Capítulo 243
Sofía tomó un taxi hasta la dirección que Ariana le había enviado, que era un restaurante de barbacoa en la calle de los alimentos. Al bajar del taxi, vio a Ariana sola, apoyada en una mesa afuera del local. sobre la mesa había un montón de comida, pero lo más importante era una caja de cerveza a sus pies, de la cual ya se habían vaciado cinco o seis botellas.
Sofía se apresuró hacia ella y se sentó en el taburete junto a ella, tocando suavemente su hombro. “Ari, ¿qué te pasa? ¿Por qué estás bebiendo tanto sola?”
Al escuchar la voz de Sofía, Ariana levantó la cabeza tambaleante, “Cuñada, llegaste.”
Sus ojos, aún enrojecidos por el llanto reciente, ahora miraban hacia arriba, mostrando que ya estaba borracha.
“Si, ¿por qué estás bebiendo sola?” preguntó Sofía con voz suave.
“Estoy feliz, he estado trabajando horas extras últimamente, y hoy… hoy finalmente consegui el proyecto.”
Dijo esto mientras abría otra botella de cerveza y comenzó a verterla en su vaso.
“Cuñada, mira a ver qué quieres comer, pide lo que quieras. Hoy invito yo.”
Sofía, viendo que casi no habían tocado la comida en la mesa, no pidió nada más, y simplemente agarró un pincho de carne para picar algo. Se quedó sentada tranquilamente al lado de Ariana, sabiendo que seguro algo la aquejaba. Quizás solo necesitaba a una persona a quien contarle sus cosas o tal vez no quería hablar, solo buscaba una manera de desahogarse.
Estaba agradecida de haber recibido la llamada, de lo contrario, si Ariana, siendo tan joven, se emborrachaba sola estando fuera, ¿qué hubiera pasado si algo malo ocurriera?
Sofía apenas había comido algunos pinchos de carne cuando Ariana se tomó otra botella de cerveza. Al ver que iba por otra, finalmente no pudo contenerse y detuvo su intento de abrir otra botella.
“Ari, come algo, deja de beber por ahora.”
“Cuñada, buaa…”
Ariana dejó la cerveza y se lanzó a los brazos de Sofía, llorando,
Sofía le acariciaba suavemente la espalda, tratando de consolarla.
A través de las palabras entrecortadas de Ariana, Sofía se enteró de algo, Ari estaba enamorada de Óscar.
Quedó un poco sorprendida, porque anteriormente, cuando estaban todos juntos, Ari nunca lo había mostrado. ¿Rafa lo sabi la trataba igual que a Adela, sin dar señales de sentir lo mismo, el camino de Ari sería difícil.
que
Óscar
No sabía cómo consolarla, los sentimientos también eran un misterio para ella, solo dejó que ella llorara, sabiendo que llorar haría que se sintiera
mejor.
Justo cuando había calmado a Ariana, sonó el teléfono de Rafael. Recordó que se había olvidado de avisarle en el apuro.
“Esposa, ¿dónde te encuentras? Estoy frente a la puerta de tu estudio.”
“Rafa, estoy con Ari. Se me olvidó decírtelo.”
“¿Dónde te encuentras?”
“En un restaurante de barbacoa en la calle de la comida.”
“Mándame la dirección, voy para allá ahora.”
“Vale.”
Rafael no preguntó mucho más por teléfono. Sofía colgó y le envió la ubicación al instante.
Unos treinta minutos después, Rafael llegó a la parrillada.
Para entonces, Ariana ya estaba dormida sobre la mesa, con Sofía vigilando a su lado.
“Esposa…”
“Rafa, llegaste. La felicidad era evidente en el rostro de Sofía al ver a Rafael.
“¿Qué le pasó a Ari, por qué bebió tanto? Por qué estás aquí con ella?”
*Recibí su llamada esta tarde y vine enseguida. Cuando llegué, ya estaba bastante borracha. Rafa, ¿sabías que Ari está enamorada de Óscar?”
Rafael se quedó sorprendido por un momento, “¿Ari se emborracho por esto?”
