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-En serio, ¿ha vivido Tristán aquí por mucho tiempo? -Bella murmuró en su corazón mientras miraba alrededor-. ¿Por qué esta casa se ve nueva?
Dejó a un lado su curiosidad mientras seguía caminando para seguir a Geoffrey.
Sin embargo, no vio a Tristan cuando llegaron a la sala de estar. Y Geoffrey también siguió caminando, pasando la habitación.
Antes de que Bella pudiera preguntar, Geoffrey camino- hacia las escaleras que conducían al segundo piso.
De repente, los pasos de Bella se detuvieron.
-¿Por qué Geoffrey me llevó al segundo piso? -Bella se preguntó-. Sabía que el segundo piso solía ser un área privada para el dueño de la casa.
¿Quería Tristán hablar conmigo en su dormitorio? ¿Se ha vuelto loco? -Dudó en seguir a Geoffrey. Simplemente lo miró, quien ya estaba a mitad de camino por las escaleras. Sus manos se cerraron en
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puños apretados, lamentando haber seguido a Tristán
a este lugar.
-¿Joven señora?
Bella se volvió hacia Geoffrey y lo vio sonreírle. Intentó decir algo pero dudó.
Geoffrey pudo ver la preocupación reflejarse en los ojos de Bella. Él dijo en su tono calmado:
-El maestro Tristán la espera en su estudio. Prefiere hablar con usted en un lugar privado…
Ella tragó en silencio mientras desechaba sus pensamientos negativos y comenzaba a subir las escaleras. Al mismo tiempo, intentó ajustar su expresión para no mostrar su nerviosismo.
Pronto, ambos se pararon frente a la masiva puerta de madera. Geoffrey le abrió la puerta.
Después de que Bella entró en la habitación, Geoffrey se fue para dejarlos charlar.
Bella notó que la habitación se veía austera, con solo algunos muebles típicos de una oficina en casa.
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Vio a Tristán ya sentado en el sofá de cuero negro
frente a ella.
-Sonríe calurosamente antes de decir:
-Ven, únete a mí-.
Acercándose a él, Bella se acomodó frente a él en un sofá individual.
Mientras la preocupación cruzaba sus ojos, ella no pudo resistirse a preguntar:
-¿Por qué pareces preocupado cuando yo debería ser quien muestre esa emoción?
Tristán se quedó atónito por sus palabras. Al instante una leve sonrisa adornó su rostro sereno y apuesto.
No se apresuró a responder, sino que admiraba su belleza con su mirada.
Nunca habían estado tan cerca ni habían mantenido una conversación tan intensa durante su matrimonio, un hecho que lo llenó de remordimiento.
Solo la veía cuando necesitaba cumplir su papel de hombre que quería que su esposa quedara
embarazada.
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-¿Por qué no había apreciado su belleza antes?
-¿Por qué no había correspondido su amor?
Tantos ‘porqués’ plagaban su mente desde que ella se fue. Y fue demasiado tonto para darse cuenta cuando ella ya no estaba.
-¡Suspiro!
Tristán tomó silenciosamente una profunda respiración, intentando dejar de lado a su yo pasado. Odia a su yo pasado y anhela la oportunidad de volver y hacer las cosas bien desde el principio.
Pero todo eso no es posible.
Ahora, todo lo que puede hacer es reconquistar su corazón y hacer que se enamore de él nuevamente.
Una cálida sonrisa adornó sus labios cuando finalmente habló:
-Te ves bonita hoy, Bella…
-Oh, chico… aquí viene el desvergonzado Tristan Bella murmuró entre dientes mientras intentaba mantener su calma y no dejarse llevar por sus cursilerías.
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Ignoró sus palabras.
-¿Por casualidad revisaste internet hoy? -ella preguntó.
Bella sabía por qué él se habia presentado ante ella; debía estar relacionado con su encuentro con su madre y su mujer en el Restaurante Sushi Tei.
Lentamente, la sonrisa de Tristan se desvaneció al escuchar sus palabras.
-Lamento si mi madre te ofendió, Bella… -su tono sincero fue suficiente para convencer a Bella. Aún así, ella permaneció en silencio, ofreciendo solo una
sonrisa.
-Bella, te prometo, me aseguraré de que ese tipo de cosas nunca vuelvan a suceder en el futuro. Mi mad nunca aparecerá ante ti de nuevo -dijo él.
-Gracias, Tristan. Pero ahora mi preocupación no es tu madre. Espero que nunca aparezca ante mi hijo – dijo ella con firmeza.
-Nuestro hijo, Bella -él interrumpió.
Bella tragó pero no lo corrigió.
-Tristan estoy preocupada anretó las manos- Si..
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un día tu madre descubriera a Dax, no querría que
actuara tan descaradamente como lo hizo hoy. ¿Puedes prometérmelo?
Sus palabras lo sorprendieron. Tristan nunca imaginó que su madre supiera de Dax, pero entendió sus preocupaciones.
-Por supuesto, Bella. Eres mi esposa, y Dax es mi hijo. Los protegeré. Nadie les hará daño… ni siquiera mi madre -aseguró.
Ella suspiró profundamente.
-No soy tu esposa. ¡Por favor sé serio, Tristan! – insistió ella.
-Soy serio. Eres mi mujer; por supuesto que te protegeré-afirmó él.
-Oh Dios… -Bella quedó sin palabras al escuchar las palabras de este desvergonzado hombre. ¿Por qué insistía en llamarla ‘esposa”? Ya están divorciados.
-Señor Sinclair, ¿alguien te golpeó en la cabeza y olvidaste que nos divorciamos? -inquirió con
sarcasmo.
-Tristan,
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-¡Vaya… en serio!? ¿Es verdad que alguien te golpeó y ahora sufres de algo llamado pérdida de memoria? – cuestionó con incredulidad.
-Tristan,..
Bella rió antes de continuar:
–
-Está bien, déjame recordarte. Señor Sinclair, estamos divorciados. Aún recuerdo que tú fuiste quien envió a un abogado para obligarme a firmar los papeles de divorcio. Ahora dime, ¿estaba equivocada?
Bella miró fijamente a sus profundos ojos azules, buscando rastros de si este hombre estaba bromeando o hablando en serio, pero, otra vez, su serenidad la confundió.
Frunce el ceño, esperando que él responda.
-Sí. Tienes razón. Pero también estás equivocada. Porque nunca presenté nuestros papeles de divorcio en el tribunal. Por lo tanto, todavía somos marido y mujer, Bella Donovan… -Tristan quería decir eso. Pero Juego, decidió no hacerlo.
No quería forzarla a volver a sus brazos. No. Quería que ella se enamorara de él nuevamente y regresara a
The
in brazan voluntariamanta
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Tristan estaba a punto de hablar pero fue interrumpido por Bella.
-No deberías preocuparte por mí, Tristan. Ahora soy independiente y no necesito tu protección. Todo lo que necesito de ti es que me prometas… tu madre o padre nunca intentarán quitarme a nuestro hijo… -su voz temblaba.
Comentario O
Capitulo.78
Horrible
