69 Sorprendida de conocer a su
asistente
Unos minutos después de que su coche abandonara là finca Little Heaven, el teléfono móvil de Bella sonó. Al
ver quién la llamaba, una leve sonrisa adornó su
rostro.
Sin dudarlo, aceptó la llamada, -Buenos días Jefe… – saludó a Jack Foster con alegría.
-Buenos días Bella. ¿Vas a visitar la oficina hoy, verdad? -La voz de Jack sonaba impaciente desde el otro lado, haciéndola reír.
Oh, por favor, Jefe… Suena como mi ex suegro.
-Hablo en serio…
-Estoy conduciendo hacia la oficina. ¿Me llamaste solo para preguntar eso? ¿Por qué estás tan impaciente, Jefe? ¿Hay algo esperándome en la oficina? -empezó a sospechar de él.
-Jajaja, no… nada. Bueno, solo quería asegurarme de que estás de camino a la oficina para avisarle a tu asistente…
LA
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-¿Quién demonios es esa persona? ¡Dame su nombre
ahora!
-Lo verás más tarde. Informaré a tu asistente para que te espere en el vestíbulo -respondió Jack, ignorando
su pregunta.
-¡Maldición, Jack! Suena extraño… -Bella respiró hondo al pisar el freno, llegando a un semáforo rojo. -No, no lo estoy -respondió él de inmediato con una
ustedes risa-. Bueno, solo quiero asegurarme de que se encuentren. Por eso necesito comprobar tu posición…
Bella apretó el volante con más fuerza cuando algo cruzó por su mente. -¿Por qué estás ocultando su identidad? No me digas… ¿enviaste a mi enemigo mortal como mi asistente?
-Vale, esto ya es absurdo. Debería terminar esta llamada. Adiós, Bella…
-¡Bip!
Bella se quedó sin palabras.
Empezó a sentir un frío recorrerle la sangre cuando su
mente le dijo que la persona a la que Jack había
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asignado para ser su asistente era la que ella pensaba.
-¡No! Es imposible que él se haya mudado a este país. Además, a él no le caía bien… -Bella hablaba consigo misma, tratando de convencerse de que la persona no aceptaría trabajar con ella porque eran como el fuego y el agua, nunca combinaban.
La carretera no estaba tan concurrida como entre semana. Bella conducía a una velocidad moderada y todavía llegó a su destino a tiempo.
El vehículo pasó la calle principal de negocios, conduciendo dos cuadras hacia el sur.
Poco después, Bella vio desde la distancia un edificio moderno de 20 pisos con una señal de Quantum Capital. A pesar de que el edificio de Quantum Capital no estaba en la calle principal de negocios, todavía lucía nuevo y magnífico.
Mirar el edificio la llenaba de orgullo. Nunca imaginó que la empresa que ella, Jack y Harper fundaron pudiera crecer tanto después de doce años.
Al entrar en el edificio, notó que el jardín delantero
alrededor de cinco plazas de aparcamiento
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desocupadas. Rápidamente decidió estacionar su
coche en uno de esos espacios.
Sin embargo, un guardia de seguridad se acercó rápidamente antes de que tuviera tiempo de apagar el motor del coche.
-Señora, lo siento… no puede aparcar aquí -dijo el guardia de seguridad-. Puede estacionar su coche en el aparcamiento del sótano.
-¿Por qué? Este aparcamiento está vacío -preguntó ella, confundida.
-Esta es una zona de aparcamiento especial para los directivos de la empresa, señora -dijo el guardia.
-Ah… -Bella sonrió, dándose cuenta de que este aparcamiento era exclusivo para los grandes jefes. Y justo resultó que nadie conocía su identidad.
Mirando al alto y robusto guardia de seguridad, Bella dijo -¿Podría dejarme aparcar aquí ya que es fin de semana?
-Lo siento, pero este área de aparcamiento es solo para ejecutivos. A menos que sea uno de ellos, me temo que no puede estacionar aquí, señora -el guardia diio cortésmente señalando los carteles nara
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el CEO, COO y otros ejecutivos.
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Bella, “…
De hecho, ella era una de ellos. Pero, incluso si lo dijera, este guardia no la creería.
-Señor, deme un minuto para hacer una llamada… – No podía culparlo, porque el guardia simplemente estaba siguiendo las reglas.
El guardia de seguridad levantó una ceja cuando Bella sacó su teléfono móvil.
-Señora, si tiene una cita con alguien, mejor mueva su coche primero… -El guardia no podía permitir a nadie aparcar allí.
Bella suspiró profundamente. Apagó el motor del coche y salió del mismo.
Miró al guardia con severidad antes de hablar con un tono gélido -Solo necesito hacer una llamada. Deme un minuto….
El guardia no dijo nada, pero su mirada claramente indicaba que desaprobaba.
Bella también empezaba a impacientarse.
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—Bueno, solo quiero que sepas. Si… sigues forzándome, lo lamentarás. Así que decides ahora. – Lamentaba visitar la oficina hoy. Habría sido mejor venir el lunes cuando la recibieran oficialmente.
Bella no esperó a que el guardia dijera nada; presionó la marcación rápida en su teléfono móvil. En dos tonos, el teléfono se conectó. Escuchó el saludo confundido de Jack al otro lado.
-Jack, lamento haber venido a esta oficina hoy -dijo Bella, sonriendo mientras miraba al guardia de seguridad que estaba a pocos pasos frente a ella.
-¿Qué quieres decir? ¿Has llegado? -Jack preguntó furiosamente.
-Ni siquiera puedo estacionar mi coche en este edificio. ¡Dios mío! Qué problemático.
El guardia, que escuchó las palabras de Bella, frunció el ceño. Se sintió confundido y temeroso al mismo
tiempo porque no reconocía a esta mujer; era la primera vez que la veía venir a su edificio.
-¿Qué demonios? ¿Quién dijo eso? -Jack preguntó furiosamente.
El mardia Quiana
mada aulnaria Él no
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conoce. Pero, ¿dónde está mi maldito asistente!?
Dijiste que esperaría por mí en el vestíbulo!? -Bella preguntó.
-¿No se presentó? Eso es raro…
Bella abrió la boca para desahogar su frustración pero se detuvo cuando escuchó la voz de un hombre.
-¿Qué es? -Bella giró la cabeza para mirar en esa dirección y, sorprendida sin palabras, vio la figura familiar parada junto al guardia.
-¡Maldita sea, Jack! ¿Por qué enviaste a Leo Smith aquí? -Bella regañó a Jack en voz baja. No quería que Leo oyera sus palabras. Sin embargo, sus ojos seguían fijos en él, que ahora estaba hablando con el guardia.
-Tú eres quien me dio sus criterios. ¿Por qué te quejas ahora? -Jack dijo casualmente, pero Bella se sentía aún más enfadada.
-¿Estás loco? A él nunca le cai bien -Bella no pudo terminar sus palabras cuando vio a Leo caminar hacia ella después de enviar al guardia de vuelta a su puesto.
Hola, Bella… ¡Cuánto tiempo sin vernos! ¿Me extrañaste? -Se quedó sin palabras, su mente en blanco mientras miraba a sus oios prises.
70 Envidia de Su Abuelo
70 Envidia de Su Abuelo
-¡Maldita sea! -suspiró frustrado.
Pocas personas tenían su número personal, y ninguna solía llamarlo a una hora tan temprana. Se cubrió la cabeza con una almohada, intentando dormir más, pero algo cruzó por su mente.
-¿Tal vez sea Bella? Tiene que ser ella… -Una sonrisa llena de esperanza tiraba de las comisuras de sus labios mientras la imagen de Bella danzaba en su
mente.
Expectante, tomó su teléfono móvil de la mesita de noche. Sin embargo, su sonrisa se desvaneció rápidamente cuando vio ‘Abuelo’ en la pantalla del teléfono.
Suspiró profundamente antes de contestar la llamada de mala gana, -Abuelo, ¿por qué me llamaste tan temprano? -preguntó, su voz aún cargada de sueño mientras apartaba las cobijas y se levantaba de la
cama.
Se dirigió hacia la ventana y corrió las cortinas. De
deslumbró sus ojos. repente, la luz del sol entró
