48 Conoce a Dax
-¿Cuánto tiempo te quedarás en este país?
preguntó Lewis Sinclair.
Estaba preocupado de que Bella solo se quedara en el país por poco tiempo y su nieto no tuviera la
oportunidad de disculparse con ella y perseguirla
nuevamente.
-No me iré a ningún lado, abuelo. Mi plan es asentarme en la capital.
-¿Oh? No sabía eso. -Lewis Sinclair se sorprendió. Pensó que Bella ya no regresaría a la capital y se quedaría en esta provincia con su familia.
-Sí. Solo estoy aquí por una semana aproximadamente. -Ella no quería ocultarle nada al abuelo Sinclair, temiendo que se decepcionara
nuevamente.
Bella también quería que este anciano dejara de castigar a su familia y se escondiera en este lugar remoto. Le preocupaba que algo terrible le hubiera sucedido porque ya no era joven.
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Una arruga apareció en la frente de Lewis, como si estuviera pensando en algo, sabiendo que Bella regresaría a la capital.
-Y por esa razón, te pedí que regresaras a la capital. No tiene sentido que te quedes aquí sola y tampoco tendrás amigos con quien hablar.
Lewis estaba un poco confundido al escuchar las palabras de Bella. Sin embargo, cuando recordó su promesa a Tristan -regresaría si Tristan lograba traer a Bella a su familia- negó con la cabeza. Tenía que quedarse aquí; si volvía ahora, Tristan no se apresuraría en seguir a Bella
Lewis sonrió cálidamente antes de decir con calma:
-Está bien, Bella. Todos ellos no aprenderán nada si regreso ahora. Simplemente me quedaré aquí unos años y luego volveré a la capital.
Intentar convencerlo para que regrese a la capital es inútil si él no quiere. Por lo tanto, Bella lo deja de lado y solo puede desearle buena salud durante su estancia en el pueblo.
-No necesitas preocuparte por mí, querida. No estaré solo aquí; tengo a Alan y a mi mejor amigo, Isaac.
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¿Sabes que tu abuelo también decidió quedarse en este pueblo, verdad? -preguntó Lewis.
Bella se quedó sorprendida al escuchar lo que oyó. Su abuelo no había informado a Lewis sobre su intención de mudarse con ellos.
Observando cuán encantado estaba el abuelo Lewis de que su mejor amigo se quedaría en este pueblo, Bella comenzó a sentir lástima por él.
-Abuelo Sinclair, mi abuelo, decidió mudarse a la capital con nosotros… -dijo Bella débilmente.
De repente, la luz en los ojos de Lewis Sinclair se atenuó lentamente al escuchar la noticia. -¿Es verdad lo que dices? ¿Por qué Isaac no me dijo nada? -La decepción se escuchaba claramente en su voz.
-Sí abuelo. Tal vez porque él acaba de decidirlo esta mañana, no tuvo la oportunidad de informarte.
-Por cierto, ¿dónde está Isaac? ¿Por qué aún no se ha unido a nosotros? -Lewis se sintió extraño porque su amigo, que generalmente le daba la bienvenida, no se había visto en ninguna parte desde que había entrado
a la casa.
Ha ido a algún lugar? -nreguntó nuevamente nero
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descartó esa idea al instante porque vio el coche de Isaac todavía estacionado afuera.
Sin darse cuenta, Bella, con las manos reposando en su regazo, lentamente las apretó en puños. Estaba
nerviosa por dónde comenzar a explicarle sobre Dax.
-¿Isaac, realmente volvió a la ciudad? -Lewis clavó su mirada en Bella.
Ella negó con la cabeza:
-No. Estaba pescando en el lago.
-¡Increíble! -Lewis Sinclair se mostró divertido-. ¿Ese viejo tacaño, cómo pudo irse a pescar con este frío justo después de ser dado de alta del hospital?
Lewis decidió unirse a Isaac en el lago y hablaría con Bella más tarde. -Bella, me gustaría invitarte a cenar en mi casa mañana. Espero que no rechaces.
A pesar de su preocupación de que se encuentre con Tristan allí, ella aún asiente con la cabeza. -Iré, abuelo.
-Perfecto, querida… -Lewis se preparó para
levantarse, queriendo alcanzar a Isaac en el lago-.
Podemos seguir hablando mañana; necesito regañar a
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Isaac.
-Abuelo, por favor quédate. Hay algo que quiero preguntarte -Bella lo detuvo. Ella aún no había terminado de hablar con él.
Lewis se sorprendió; se sentó de nuevo y miró a Bella, -¿Sí, querida?
-Abuelo, espero que no le digas a Tristan ni a nadie más sobre mi llegada a este país -Bella pidió seriamente, lo que dejó a Lewis un poco atónito.
Lewis también escuchó a Isaac advirtiéndole sobre este asunto cuando lo llamó ayer, pero al escuchar las palabras directamente de ella lo preocupó – las posibilidades de su nieto de ganar el corazón de Bella eran tan delgadas como el papel.
-¿Lo odias tanto que no quieres encontrarte con él de nuevo? -Se pudo escuchar la tristeza en su voz, seguida por un profundo y pesado suspiro.
-Simplemente no estoy lista para verlo. Yo -Ella abrió la boca para continuar sus palabras, pero de alguna manera, sus palabras simplemente se desvanecieron. Se siente en blanco. ¡Qué molesto!
-Oh. mi querida Bella… No es necesario que expliques.
Puedo entender y estoy de acuerdo con tu solicitud – Lewis dijo suavemente. Aunque en realidad estaba decepcionado por la negativa de Bella de encontrarse con su nieto, no quería forzarla. Era todavía demasiado pronto. Mientras Bella se quede en este país, su nieto aún tendría mucho tiempo para acercarse a ella de
nuevo.
Bella se sintió aliviada.
-Y… hay algo más que quiero decirte, abuelo. -Bella continuó,
—Sí, ¿qué es, querida?
–
-De hecho tengo –
-Mami… -De repente, la voz de Dax se pudo escuchar desde atrás, y su paso se apresuró hacia la sala de
estar.
Bella estaba sorprendida. Miró en dirección a la puerta trasera y vio a su pequeño hijo rechoncho corriendo hacia ella mientras traía un pequeño cubo.
-Mira… mira… atrapé unos peces. Gané, mami… Abuelito pierde -Dax se detuvo cuando vio a alguien más en la sala. Se quedó ligeramente atónito cuando sus ojos se encontraron con los ojos azules intensos
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del hombre mayor mirándolo a él.
Dax frunció el ceño antes de volver su mirada hacia su
madre.
Bella se quedó sin palabras.
-B-Bella, ¿quién es este -Lewis, que aún estaba sorprendido al escuchar a un chico llamando a Bella Mami, estaba aún más sorprendido cuando vio que el chico se parecía a alguien que conocía.
Bella sonrió débilmente a Viejo Sinclair antes de querer responderle. Sintió la pequeña mano de Dax agarrando
la suya.
-Mamá, necesito hablar contigo. Por favor
—
