218 Mudarse a la casa de Tristan (2)
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-Cariño, ¿hay algún problema en tu familia en Ciudad Este? -preguntó Tristan, su tono mostrando una preocupación genuina.
Bella volvió su mirada hacia Tristan-. No. Nada sucede. Todo está bien que yo sepa -respondió, manteniendo su sonrisa.
No quería arruinar el ánimo de Tristan en su primer día de vuelta juntos, viviendo bajo el mismo techo.
-¿Estás segura? -Tristan levantó lentamente su mano, acariciando su cabello con delicadeza-. Quiero decir… todavía pareces preocupada por algo. Puedes
compartirlo conmigo, Bella. Intentaré ayudar en lo que sea… -Lo decía en serio.
Al escuchar la sinceridad en su voz, Bella se volvió para
sé mirarlo de nuevo-. Gracias, Tristan. Pero tampoco qué pasó allí. Te informaré si algo está mal y pediré ayuda si es necesario.
Su mirada preocupada se desvaneció lentamente,
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reemplazada por su sonrisa primaveral.
Sin embargo, antes de que Tristan pudiera decir algo,
Bella dijo:
Entremos a la casa. ¡Dax debe estar esperándonos! -Entró a la casa sin esperar a Tristan.
Aunque Bella ya estaba familiarizada con esta casa -la visitaba casi todos los días, cuando entró de nuevo tras decidir volver con Tristan como su esposa, sintió alegría, emoción y miedo. Esas emociones estaban tan bien mezcladas que Bella no podía determinar cuál sentía más.
Bella intentó calmar su corazón y su mente mientras seguía caminando hacia la sala. Sin embargo, al entrar, la encontró vacía. No vio a Dax allí.
Se giró para mirar a Tristan a su lado, pero él habló antes de que pudiera:
– Dax no está en la sala. Quizás Dax haya ido a su dormitorio -dijo Tristan, tomando la mano de Bella—. Vamos a ver cómo está…
Bella asintió. No había razón para quedarse en este piso; no había cena esta noche. Ya habían comido en el avión antes de aterrizar. Su hiio debía estar cansado v
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con sueño ahora.
Bella y Tristan entraron al cuarto de Dax justo cuando él terminaba de cambiarse a su pijama.
-Hola, Dax. Pensé que te vería en la sala. ¿Vas a dormir temprano, amigo…? -Tristan caminó hacia la cama de su hijo y se sentó en el borde, ayudándole con su cobija.
-¿Estás cansado, hijo mío? -Bella preguntó preocupada.
—Mamá, Papá, mis actividades continúan mañana. Así que decidí irme a dormir temprano porque estaré ocupado de la mañana a la noche -Dax sonrió a su madre antes de despedirse con un buenas noches.
Bella siempre se asombraba de la madurez de la mente de su hijo. Nunca imaginó que este joven pensar y hablaría como un anciano, igual que su padre.
Finalmente salieron de su habitación después de cubrir
a Dax de besos,
Más tarde,
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Bella entrecerró los ojos hacia Tristan después de verlo cerrar la puerta del dormitorio.
-¿Por qué me miras así? -Tristan rió entre dientes
mientras se acercaba a ella. Colocó sus manos en su
cintura y la atrajo hacia él.
Aunque todavía estaban completamente vestidos, en el momento en que su cuerpo entró en contacto con el de ella, Tristan podía sentir su sangre hirviendo, corriendo hacia ciertas partes de su cuerpo.
-Mi hermosa esposa, yo sé… que no puedes esperar a dormir conmigo, pero ¿podemos limpiarnos primero? ¿O quieres tomar un baño juntos? -Una leve sonrisa apareció lentamente en sus labios mientras se inclinaba más cerca de su rostro para besarla.
Bella, “…”
-¡Caramba! Tristan Sinclair Sinvergüenza… ¿quién quiere hacer el amor contigo!? -Ella retiró su cabeza, evitando su beso. Cuando vio su expresión de sorpresa, rodó los ojos antes de responder-. Olvídate de lo que estás pensando, señor Sinclair… Eso no es lo que estoy pensando ahora mismo.
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De repente, una línea tenue apareció en su frente,
mientras decía:
-¡Eh! Entonces, ¿estoy equivocado?
-Sí… Sí… ¡Estás equivocado!
—Ja ja ja… —Tristan rió torpemente-. Lo siento, cariño. Pensé que no podías esperar más —dijo mientras acariciaba su delicada nariz con suavidad.
Tristan la condujo al sofá al final de la habitación. Después de que se sentaron uno al lado del otro, preguntó:
-Entonces, ¿por qué me mirabas de esa manera? Como si quisieras tragarme con la mirada. ¿Hay algo que quieras decir?
—¿Te das cuenta de que estás influyendo cada vez más en Dax? -Bella dijo. Estaba divertida cuando lo vio fruncir el ceño-. Quiero decir, la forma en que habla y su actitud en modo serio es igual que tú.
Tristan intentaba recordar el comportamiento de su hijo en las últimas semanas. Momentos después, rió.
-¡Vaya! Tienes razón, querida. Dax literalmente me ha copiado–pegado… —dijo Tristan mientras deslizaba sus
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brazos tras de Bella, los colocaba en su cintura y la atraía hacia él. No había espacio entre ellos; podía sentir el calor de su cuerpo aumentando como el suyo.
Íntentó calmar su latido por unos segundos más antes
de decir:
-Gracias, Bella. Has dado a luz a mi mini–yo… Te amo tanto -Tristan se inclinó, besó sus labios y la atrajo
hacia sus brazos.
El ligero beso y su abrazo estrecho de repente hicieron que Bella sintiera que todo su cuerpo se calentaba. Incluso el aire acondicionado de la habitación no lograba hacer la temperatura confortable. Quería quitarse la ropa inmediatamente y tomar una ducha
fría.
No habían hecho el amor desde la última vez que casi lo hicieron en la casa en la playa. Tristan quería que su primera experiencia fuera memorable, una experiencia de luna de miel. Porque en el pasado, nunca habían tenido una luna de miel.
-Bella, ya no puedo esperar más… —Su voz ronca cerca de sus oídos aceleró su ritmo cardíaco.
-¿Has olvidado lo que dijiste ayer? -Bella le
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respondió con calma.
Tristan se alejó de Bella, intentando contener su lujuria. Apoyó su espalda en el sofá, mirando al techo.
Segundos después,
Cerró los ojos, intentando calmar su mente para que su hermanito de abajo no se despertara. O traicionaría
su promesa.
