212 Alimentar a Otros con Muestra
Pública de Afecto
Bella y Tristan se apresuraron al primer piso, esperando que aún pudieran acompañar a Dax al desayuno. Sin embargo, no lo vieron al llegar, y no había nadie alrededor.
-¿Habrá ido a la playa para su entrenamiento diario otra vez? -Bella se acercó a la pared de cristal con vista al patio para comprobar. Pero no pudo ver a nadie cerca de la piscina.
Tristan se colocó al lado de Bella, siguiendo su línea de visión. Después de poner su mano en su hombro, miró sorprendido al ver lo preocupada que estaba su mirada
en ese momento.
-No te preocupes, probablemente están caminando por la playa. Déjame llamar a Geoffrey -Tristan sonrió, tratando de hacer que su esposa se relajara. Con su otra mano, llamó a Geoffrey.
Al primer timbrazo, la llamada se conectó. -Buenos
dias, Maestro. Iré hacin usted
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-No es necesario. Solo quería preguntarte. ¿Sabes dónde está Dax? -preguntó.
Los ojos de Tristan todavía estaban centrados en Bella, que estaba de pie frente a él. Podía ver la inquietud en su expresión. Sonrió a ella mientras tomaba su mano y la apretaba con suavidad.
Sin embargo, cuando sus ojos cayeron en sus labios cereza entreabiertos, tragó en silencio al recordar su apasionado beso de hace un momento. No pudo evitar jalarla hacia sus brazos, provocando que Bella frunciera el ceño cuando su cara quedó de repente en su firme pecho.
-¡Dios mío! Este hombre es cada vez más atrevido mostrando su intimidad, alimentando a todos con su Muestra Pública de Afecto! -Solo pudo desahogar su frustración interiormente mientras escuchaba la conversación.
-Si. Ahora estamos en la sala de invitados del ala derecha. Está jugando con… ¿Quieres que lo mande. para allá? -Bella pudo escuchar débilmente la voz de Geoffrey y negó con la cabeza para señalarle a Tristan que dejaran a su hijo jugar videojuegos con …Desde que llegaron, Dax casi no había jugado a su juego; la
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mayoría del tiempo la pasaba en la piscina o la playa.
-Déjalo jugar más, Geoffrey.
-Sí, señor.
Después de que Tristan terminó la llamada, guardó el teléfono móvil en el bolsillo de su pantalón mientras sonreía feliz de ver a Bella todavía en sus brazos.
Aunque ahora ella había dirigido su mirada al patio, su cabeza todavía se apoyaba en su pecho, haciendo que su corazón se hinchara.
Sus manos la rodeaban mientras le besaba la parte superior de la cabeza antes de preguntarle, -¿Quieres ir a ver cómo está Dax o desayunar?
Tristan era demasiado alto para Bella; la cabeza de no pasaba sus hombros. Ella necesitaba mirar hacia arriba para verlo a los ojos.
-Vamos a desayunar primero. Tal vez deje de jugar con… si nos ve ahora -Ella mira sus ojos azules y responde rápidamente.
-De acuerdo, mi querida esposa. Necesitamos alimentarte más para nuestra noche salvaje más tarde… -Tristan susurró en su tono seductor, pero luego se rió cuando Bella le bellizcó el estómago.
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Él soltó su abrazo, tomó su mano y caminaron hacia la
mesa de comedor.
El comedor estaba conectado a la cocina moderna y al bar. Una pared de cristal rodeaba el cuarto para que pudieran ver el mar y el hermoso jardín exterior.
Bella vio que la comida todavía parecía caliente en la mesa como si acabara de ser servida antes de que bajaran.
Varios tipos de desayuno estaban servidos en la mesa. Aun así, Bella eligió su desayuno habitual. Una Tortilla Hash Browns. También escogió unas cuantas piezas de fruta: melón dorado y sandía. Para beber, el personal de cocina sirvió Café Cold Brew; ella misma se sirvió el café, añadió un poco de leche baja en grasa a su ca puso un par de cubitos de hielo.
Después de preparar su café, Bella se volvió hacia Tristan a su lado. Se sorprendió al verlo apoyando su barbilla con una mano, sus ojos mirándola
tiernamente.
Mirando su expresión amorosa, suficiente para hacer que su corazón latiera aceleradamente de nuevo. En silencio intentó calmar su corazón antes de preguntar:
III
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-¿Quieres que te prepare el desayuno también?
-Si estás dispuesta; me harías el esposo más feliz del
mundo.
Bella se quedó un momento en silencio, sintiendo un revoloteo en su estómago ante sus palabras tan entrañables. Todavía le resultaba difícil creer que en los últimos dos días había sido testigo de la descarada romanticidad de Tristan Sinclair.
-¿Qué quieres comer? -preguntó ella con calma, colocando el plato vacío frente a él.
Tristan estaba tan absorto contemplando su belleza que olvidó contestar a su pregunta.
Bella frunció el ceño y lo miró, sin palabras.
-¿Tristan? Deja de mirarme asi… -dijo Bella,
sintiéndose un poco incómoda bajo la mirada íntima d Tristan.
Instantáneamente, un fuego sin nombre ardía dentro de ella mientras imágenes de su casi amor pasaban por su mente. Rápidamente desvió la mirada a su café, evitando sus ojos mientras intentaba calmar su ritmo cardíaco.
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Sin embargo, Tristan pronunció suavemente su nombre antes de que su corazón pudiera latir normalmente. Ella se volvió hacia él. Sus ojos se
agrandaron al ver su cara tan cerca, sus narices casi tocándose.
Bella retiró su cabeza.
Sin embargo, la mano de Tristan sujetó suavemente la parté posterior de su cabeza, dirigiéndola hacia él, y la besó.
Su corazón dio un vuelco al sentir sus labios cubriendo los suyos. Ella rompió el beso y dijo:
-Estamos en el comedor, Tristan…
Una pequeña sonrisa adornó su rostro antes de decir:
-Lo siento, Bella. No pude resistirme a querer probar tus labios seductores… -Su sonrisa se ensanchó mientras alejaba su cabeza de ella.
Bella suspiró mientras se sentaba erguida de nuevo.
-¿Qué quieres comer?
-Quiero comerte a ti… quiero decir… quiero comer lo mismo que tú. Y tu café se ve delicioso también.
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Bella no dijo nada mientras colocaba la Tortilla Hash
Browns en el plato de Tristan y continuaba haciéndole
el Café Cold Brew.
Disfrutaron del desayuno mientras charlaban sobre sus planes para el día. Este era su último día en esta ciudad antes de regresar a la capital esa tarde.
-¿Quieres ir a algún lugar? ¿Tal vez dar un paseo con Dax? -Tristan preguntó. Sabía que Dax no había salido de la casa de playa desde que habían llegado.
-Suena bien. Podemos ir a almorzar a un restaurante local…
*Muestra Pública de Afecto
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