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Sin embargo, a medida que la somnolencia lentamente lo abatía, los ojos de Tristan se abrieron de par en par cuando sintió su mano aterrizar en su pecho.
Tristan se giró para verla y se dio cuenta de que ya no había barrera entre ellos. Su cuerpo se acurrucó junto a él con sus manos descansando sobre su pecho.
-¿Por qué hizo esto? ¿Tiene frío? -Tristan se preguntó cuando vio su manta al final de sus pies.
Se tragó duro para humedecer su garganta repentinamente seca, intentando calmar su mente.
Entonces,
Tristan lentamente giró su cuerpo para enfrentarla
mientras suavemente colocaba sus manos en su cintura. La atrajo lentamente hacia él.
Después de asegurarse de que quedaba bien encajada en sus brazos con su cabeza reposando en su brazo, él removió su manta y los cubrió a ambos juntos.
Tristan ni siquiera se atrevió a moverse, temiendo que
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Bella se despertara y se alejara de él. Él no puede dejar pasar esta oportunidad, ¿verdad? Deseaba que durmieran así hasta la mañana.
Sin embargo, Tristan se dio cuenta de su debilidad. Él era solo un humano promedio, no un sacerdote o santo. ¿Cómo podía resistirse cuando su seductora esposa estaba en sus brazos? Incluso su sangre ondulaba cada vez que oía su suave respiración.
Comenzó a sentirse cansado de su propia mente, intentando luchar para no seguir sus deseos.
El sueño de su esposa en sus brazos ahora se siente como un castigo. Él no podía cuando quería hacer más: besar sus labios, tocar su suave piel.
Cada vez que sus manos comenzaban a deslizarse debajo de su pijama, su promesa aparecía en su mente -no la tocaría contra su voluntad- como si lo
advirtiera.
Pasaron quince minutos, y ya había perdido la cuenta de cuántas veces había tomado una respiración profunda para despejar su pecho congestionado.
Una sonrisa amarga emergió lentamente de sus labios. mientras cerraba sus ojos. Ahora, solo podía disfrutar
III
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de su suavidad y calor.
Después de unos minutos más.
Tristan finalmente puede calmar su corazón y lentamente rechazar sus pensamientos ardientes.
Suavemente besó su frente y susurró, “Buenas noches, mi querida esposa…”
Entonces, intentó dormir.
Pero,
Una vez más, Bella puso a prueba su paciencia cuando él intentaba suprimir su lujuria, su cuerpo se movía. Al mismo tiempo, ella hizo unos cuantos gemidos
seductores. Se forzó a sí mismo a creer que ella no lo
hacía intencionalmente.
Tristan inmediatamente aflojó su abrazo, preocupado de que ella se sintiera incómoda. Le permitió encontrar su posición cómoda.
Pensó que Bella volvería a su posición original para dormir. Sin embargo, se sintió aún más atormentado cuando ella solo se volvió. Su posición ahora se sentía tan cercana e incómoda, con su espalda de cara a él y su cabeza reposando en sus manos.
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Una sonrisa rígida apareció en el rostro de Tristan cuando sintió el calor de su cuerpo aumentar lentamente cuando los movimientos de Bella causaban que su trasero relleno rozara contra su abdomen. Sintió la sangre correr hacia una parte particular de su cuerpo, haciéndolo endurecerse bajo sus boxers.
Se tragó duro, intentando desviar sus pensamientos ardientes. Entonces, colocó sus manos en su cintura y la jaló firmemente para evitar que se moviera.
Sin embargo, Bella parecía continuar torturándolo; se seguía moviendo, haciendo que su hermanito allá abajo se endureciera e hinchara.
Unos momentos después, Bella sin querer torturaba a Tristan. Finalmente, dejó de moverse.
Tristan aliviado, pero no pudo contenerse
де с
más. Suavemente colocó la cabeza de Bella en la
almohada, la cubrió con la manta y corrió al baño para tomar una ducha fría.
Su respiración era superficial mientras estaba bajo la ducha. El agua fría caía sobre su cabeza y cuerpo mientras sus manos estaban ocupadas aliviando su
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excitación. Sus gemidos ahogaban el sonido del agua mientras liberaba su lujuria.
Unos minutos más tarde, Tristan salió del baño
llevando solo una toalla blanca alrededor de su cintura.
Tristan se sentía de buen humor ahora. Con una toalla pequeña, se secaba el pelo.
Sin embargo, cuando Tristan estaba a punto de entrar
ceco. al vestidor para coger ropa limpia, se detuvo en Vio que Bella se despertaba y se sentaba en la cama, mirándolo.
Bella frunció el ceño, mirando a Tristan sin camisa,
saliendo del baño.
-¡Dios mío! Mi imaginación empezaba a desbocarse. Ahora, lo vi desnudo -Bella no pudo evitar sonreír
amargamente.
Bostezó mientras entrecerraba los ojos para asegurarse de no ver mal.
Entonces, Bella se volteó hacia el otro lado de la cama
y se sorprendió de que Tristan no estuviera allí.
-¡Maldita sea! ¿No estoy soñando?
by soñando? -se preguntó a sí
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misma.
-Tr-Tristan, ¿qué estás haciendo? -Bella preguntó confundida mientras salía de la cama. Al mirar la hora, se sorprendió al saber que eran las dos de la mañana.
-¿Por qué te estás duchando ahora? ¿Quieres ir a algún lugar? -continuó mientras se acercaba a él. Sin embargo, se detuvo a unos pasos cuando vio su pecho firme con más claridad.
Al instante, desvió la mirada.
-Tristan, por favor ponte algo. ¡Podrías resfriarte! dijo Bella antes de volver a meterse en la cama. Necesitaba ocultar su rostro ahora; estaba segura de que su cara estaba ahora como un cangrejo hervido.
Sin embargo, tan pronto como Bella se deslizó bajo la manta, sus ojos no podían dejar de mirar hacia el vestidor, pensando por qué Tristan de repente tomó una ducha en medio de la noche.
Muchas preguntas surgieron en su mente, haciéndola aún más curiosa. También comenzó a preocuparse de que Tristan regresara a la capital tan temprano en la mañana.
Antes de que pasara poco tiempo.
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Bella vio a Tristan caminando hacia la
Llevaba una camiseta blanca y pantalones de entrenamiento negros, similares a la ropa que había llevado antes, lo cual hizo que Bella se sintiera un poco aliviada.
Tristan sonrió ligeramente cuando vio a Bella acostada, casi todo su cuerpo cubierto con una manta.
Se divertía con el pensamiento de lo que había sucedido antes; esta chica lo estaba torturando sin
darse cuenta.
Afortunadamente, ella llevaba su pijama de dos piezas largo. Si tan solo hubiera usado lencería de una sola pieza, Tristan no podía imaginarse qué pasaría ahora. Tal vez ahora todavía estarían haciendo el amor.
-Bella, espero que no me hagas esperar demasiado, querida… -pensó Tristan.
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