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Estocolmo, Suecia.
Después de volar durante varias horas desde su país, Astington, finalmente aterrizaron en el Aeropuerto Internacional de Arlanda.
Esta no es la primera vez de Bella en este país. Ella ha venido con frecuencia y conoce muchos lugares bien. Esta vez no contactó a nadie para que la recogiera, pero había alquilado un coche.
Bella había alquilado un coche que usaría durante una estancia de unas semanas en Estocolmo antes de trasladarse al campo del norte de Suecia. Decidió escapar del bullicio de la gran ciudad, queriendo pasar sus días en el campo mientras disfrutaba de la naturaleza y sanaba su mente y corazón.
Después de sacar su equipaje, Bella y Noora salieron del aeropuerto; sin embargo, al salir de la terminal, Bella frenó su paso. Vio dos figuras familiares en la Esalida.
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-¡Maldición! ¿Por qué están aquí? ¿Vienen a
recogerme? -Bella murmuro suavemente. Pero Noora, que caminaba al lado de Bella empujando el carrito de maletas, pudo escuchar sus palabras.
-Joven señorita -Noora miró preocupada a Bella-. Estás embarazada; por favor, usa menos palabras como
esa…
Bella no escuchó las palabras de Noora porque estaba ocupada buscando formas de evitar a dos personas. que no quería encontrar. Se giró en la dirección opuesta, tirando de Noora para seguirla.
No estaba lista para encontrarse con ellos, y menos para volver al mundo que había dejado por tanto tiempo. Ahora, solo necesita vivir en paz y curar su
corazón herido.
Pero sus esfuerzos por evitarlos fueron en vano. Los dos la habían visto cuando salió por la puerta.
-Arabella Donovan, detente ahí mismo -llamó la mujer con cabello castaño oscuro largo. Iba vestida con un traje de oficina ejecutivo en rojo. A pesar de llevar tacones altos de 7 pulgadas, sus pasos se mantenían rápidos y firmes mientras seguía a Bella.
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Bella fingió no escuchar; apresuró sus pasos, seguida por Noora a su lado, quien estaba confundida y preocupada al darse cuenta de que alguien las reconoció en cuanto aterrizaron en este país.
-Joven señorita, ¿son gente del Maestro… quiero decir, de Tristan? -Noora preguntó en un susurro, pero el temblor en sus palabras claramente mostró que estaba entrando en pánico-. Oh… Dios mío… ¿nos han encontrado? -dijo mientras miraba a la hermosa mujer en el traje rojo y a un hombre guapo y alto que caminaba unos pasos detrás de ellas.
Bella no respondió a Noora. Solo sacudió la cabeza y continuó caminando rápido.
-¿No es Tristan? Entonces, ¿quién los envió? -Noora estaba intentando pensar. Antes de que se diera cuenta, su rostro se volvió pálido cuando se le cruzó por la mente una cara-. Oh, no… deben ser gente de la Reina Serpiente, ¿verdad? Ya se enteraron de tu- Noora no terminó su frase, pero sus ojos se dirigieron al vientre plano de Bella.
Bella
Se siente divertida al escuchar las palabras de Noora.
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-Tía, te equivocas. No son de Astington -Bella respondió rápidamente.
-¿Ah!? ¿No son de nuestro país? -Noora preguntó de nuevo, pero Bella no se molestó en responderle.
Bella comenzó a rendirse en su intento de huir de ambos porque podía escuchar sus pasos acercándose. Pensó que esa mujer no la alcanzaría con esos tacones tan altos, pero estaba equivocada.
La mujer aceleró el paso -Oh, por favor, Bella… detente ya. Sabemos que llegarías hoy y a dónde te diriges.
Bella se quedó pasmada al escuchar sus palabras. -¡Maldición! ¿Cómo saben? -Los había evitado por casi cuatro años. Y, para este viaje, había asegurado que no se enterarían. Pero aun así lo descubrieron. Esto la confundió.
Bella se detuvo en seco. Se giró para mirar a la mujer y al hombre detrás. Su cara no mostraba ninguna expresión, ignorando las sonrisas amigables de estas dos personas.
Sus ojos gris claro brillaban, mirándolos -¿Cómo sabían que aterricé hov? —preguntó Bella.
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Esto no es normal; que estas dos personas aparezcan
en este país. No tienen negocios en Suecia, mucho menos viven aquí. Deben haber volado aquí a propósito para esperarla.
–
La mujer en el traje de mujer rojo respondió a Bella Ay, Bella… aunque cambies de apariencia… -hizo una pausa, moviendo la cabeza ligeramente como si no quisiera continuar su frase. Pero su mente la traicionó -Ugh, bueno, aunque estés un poco gorda ahora… aún te reconozco, cariño. -Sonrió, mostrando sus bonitos dientes de conejito.
Bella -…
-¡Maldita sea esta mujer! ¿Cómo puede tener una lengua tan maliciosa!? ¿Cómo puede decir eso tan ligeramente? -Bella solo podía desahogar su ira en su
mente.
Aunque se sentía molesta, no podía estar enojada. La mujer del traje rojo decía la verdad. Había aumentado de peso, no un poco, sino mucho después de casarse. A veces, pensaba que su exmarido no estaba interesado en ella porque no era sexy.
-Ups, lo siento, mi querida Bella… -La mujer en el
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traje rojo dijo mientras se tapaba levemente la boca. Luego continuó sus palabras -Y, mi querida, no tienes que esconder tu hermoso rostro con esa gorra de béisbol. Aún te reconozco…-se rió entre dientes.
Bella rueda los ojos, ignorando a la mujer en el traje rojo. Desvió la mirada hacia el hombre de traje negro. No pudo evitar quedarse impresionada al ver sus rasgos después de tantos años. Aún se ve apuesto con su cabello corto peinado ordenadamente, sus patillas finas haciéndolo parecer líder de la mafia.
Lo que más sorprendió a Bella fue que el aura de este hombre se había fortalecido. Nadie puede resistir su encanto cuando está en un lugar público como este; ahora todas las mujeres lo miran con la boca abierta como si estuvieran viendo un tesoro pero no pueden
tocarlo.
Sin embargo, para Bella, este hombre era la fuente de su dolor de cabeza; deseaba desaparecer de este lugar, no estaba lista para hablar con él.
–Jack, ¿cómo sabes que aterricé aquí hoy? –La voz de Bella sonó seria mientras miraba a los tranquilos ojos azules de Jack Foster.
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-Ay… Estoy triste ahora. ¡Mi Bella, ignórame! -La
mujer en el traje rojo de repente intervino con una expresión lastimosa.
Bella
-Oh, por favor, ¡Harper Reed! -Bella suspira profundamente. Sus ojos gris claro se estrecharon levemente, sus labios se dibujaron en una leve sonrisa -Está bien, está bien… tú responde a mi pregunta. Te prestaré atención -dijo, sintiéndose derrotada.
Bella no tiene más remedio que hablar con estas dos personas: su mejor amiga y la fuente de su dolor de cabeza.
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Capitulo.15
Horrible
